El siglo XXI ha traído consigo la modernización tecnológica en el sector conservero y la forma en la que tratamos las conservas, pero esta imagen de la conserva como un producto para salir del paso está cambiando, y desde esos lejanos años sesenta hasta la actualidad las conservas han recorrido un largo camino en el cual han crecido en tamaño y calidad, lo que las convierte en muchos casos en un producto de lujo, delicatesen, con un alto status y valor.

Que la imagen de las conservas esté cambiando no solo se debe a los avances en el sector y a la mejora en la materia prima, sino a que las conservas son suculentos bocados de mar que bien cocinadas y servidas nos garantizan una cena de alta cocina. La idea de una conserva con glamour y para gourmets se está forjando y asentado para el disfrute de los paladares más exigentes.

Prueba nuestros Mejillones Alta Selección Cortizo y descubre un pedacito de alta cocina.